Autor: Andreas Seyfarth
Editorial: Devir
Nº jugadores: 2-5
Duración: 90 minutos
Posición ranking BGG: 5
Precio en tiendas: 40-45€
Tipo de juego: Selección de roles
Curva de aprendizaje: Media
Rejugabilidad: Media
Dependencia del Idioma: Baja. Los edificios y roles tienen texto, pero con una traducción al lado se puede jugar cómodamente.
Presentación
La verdad es que entré tarde en este hobby de los juegos de mesa, lo suficientemente tarde como para encontrarme ya este juego que tanto me mencionaban fuera del número 1 de BGG (es posible que en esa época incluso desconociera lo que es BGG, no estoy seguro). Eso ciertamente no impidió que tras esa explicación en aquel momento farragosa (venía de Catan, Fauna y poco más) me metiera en el juego como el que más para acabar… Bueno, eso lo digo al final.
Eso sí, eso de que cada turno se hicieran cosas diferentes según lo que decidiera cada uno fue una de las mecánicas que más me fascinaron desde que Catan me enseñara que tirar un dado puede tener consecuencias para el resto.
El juego
Explicar el trasfondo de Puerto Rico a estas alturas (más de 10 años desde su publicación) puede quedar un poco manido, pero no lo será tanto cuando las discusiones sobre el uso de la esclavitud en el juego siguen repitiéndose.
Sí, amigos, Puerto Rico es un juego que siempre ha suscitado polémica debido a su (pegado como en todo eurogame que se precie) tema: somos colonos que han llegado a Puerto Rico y quieren hacer la isla más prospera a base de utilizar esclavos en la puesta en funcionamiento de los edificios y plantaciones las cuales pueden ser de cinco tipos diferentes: maiz, añil, azúcar, tabaco y café.
Para ello y tras una tediosa preparación (hay que contar los colonos y los puntos de victoria ya que hay distinta cantidad en función del número de jugadores, detalle importante porque dispara el final de la partida) procederemos a jugar a lo largo de varias rondas.
Durante cada una de las rondas y empezando por el actual jugador inicial (marcado con la ficha de gobernador) los jugadores irán seleccionando distintos roles que afectarán a todos los jugadores, pero especialmente al que lo seleccionó que siempre dispondrá de una ventaja adicional. Dichos roles de forma resumida son:
- Colono -> Añadimos una nueva plantación a nuestra isla.
- Constructor -> Compramos un nuevo edificio.
- Alcalde -> Adquirimos nuevos colonos (los mal pensados y los que buscan más allá de lo que es un inocente juego de mesa hablan de esclavos) que harán funcionar nuestras plantaciones y edificiios.
- Mercader -> Vendemos las mercancías.
- Capitán -> Embarcamos mercancías con destino a El viejo continente.
- Artesano -> Obtenemos mercancías de nuestras plantaciones.
- Buscador de Oro -> El que lo elige se lleva una moneda, el resto sólo ven el turno pasar.
Esta elección de rol no siempre es fácil, tal vez un rol te sea más útil pero con otro rol ayudes menos a los rivales o a lo mejor te encuentras con que cierta acción poco apetecible ha acumulado unas cuantas monedas (al final de cada ronda se pone una moneda en cada rol no usado para hacerlos más atractivos). Ciertamente el punto fuerte de este juego más que en montarte tu propio motor de puntos de victoria (que también) se encuentra en que su ausencia de azar hace que cada decisión importe muchísimo, tanto por las posibilidades de confundir al rival como por el peligro de dejárselo muy a huevo.
Pero eso no es todo, como ya indiqué al comienzo, los edificios también juegan un papel fundamental. Son estos edificios los que permiten romper el juego de las formas más variopintas: obteniendo más dinero al vender, recibiendo colonos gratis, embarcando cuando no queda hueco… Siendo los más jugosos (y caros) los que tienen su precio establecido en 10 monedas, estos edificios ocupan el doble que el resto y en caso de encontrarse activos al acabar la partida darán unos valiosos puntos extra que, en la mayoría de los casos, suelen decidir las partidas.
La partida seguirá corriendo con selecciones de rol de todos los jugadores hasta que se produzca una de las tres condiciones de fin de partida: que alguien llene su ciudad de edificios, que se acaben los puntos de victoria o que el barco de nuevos colonos no pueda ser rellenado. Una vez disparado el final de partida se acaba la ronda y se procede a contar puntos de victoria los cuales se pueden obtener de tres formas:
- Mediante la opción de embarcar que da el capitán
- Edificios construidos
- Habilidad de los edificios grandes
Opinión
No lo voy a negar, adoro Puerto Rico. Desde la primera partida me encandiló y pese a que en mi primera partida fui avasallado por jugadores veteranos, automáticamente se convirtió (y sigue siendo a día de hoy) en uno de mis juegos favoritos. La sensación de que todo funciona como un reloj, que todo está ahí por una razón muy clara y con un propósito muy evidente y todo ello mediante un sistema bastante sencillo que en un par de rondas se ha cogido a la perfección para que lo único que quede por aprender sea las sinergias entre edificios.
Tiene sus pegas, como todo juego, es un juego limitado y jugarlo de continuo podría quemar a cualquiera ya que lo único que cambia entre partidas es la aparición aleatoria de las plantaciones, no hay más azar una vez iniciada la partida. Es cierto que con las dos expansiones aparecidas (Nuevos Edificios y Los Nobles) añaden rejugabilidad, pero no es bueno depender de una expansión para poder seguir jugando.
También es un juego que, como ya he comentado, no está exento de (absurdas) polémicas. Acusaciones de temática racista fluyen por los foros del gremio lo cual, en mi opinión, resulta del todo absurdo ya que es querer ver más de lo que realmente hay en un eurogame que, como tantos otros, tiene el tema bastante pegado (aunque no por ello mal implementado, ojo). Por otro lado, siempre existe el problema del novato que hace que haya gente que no quiera jugar con muggles porque normalmente el jugador que juega después de un ellos se ve beneficiado por las en ocasiones erráticas decisiones de alguien que aún está aprendiendo a jugar, pero eso es algo que puede suceder en cualquier juego y sólo se corrige a base de partidas que es algo que este juego definitivamente se merece como demuestra el mantenerse durante más de 10 años en lo más alto del trono de BGG.
Pues nada, un juego que ojalá siga mucho tiempo peleando con esos jovenzuelos (y no tanto) que le han ido quitando fama pero que también se han beneficiado en ocasiones de las comparaciones con su sistema de juego.
Muy buena reseña quiero hacerte una pregunta. ¿De que editorial es tu Puerto Rico? Saludos.
Venga, tercer intento de contestar a tu comentario 🙂
Mi edición es la del Décimo Aniversario de Rio Grande, con componentes muy chulos y con las dos expansiones incluidas 🙂